La trigésima (gracias Corcho !) sesión fue tan extensa como todas pero no hay mucho para contar.
Los PJs terminan de explorar la torre y el último diablo al que se enfrentan es Oolubarga, un diablo gélido.
El enemigo estaba muy por arriba de las posibilidades de los héroes de esta historia y a esto podemos agregar que el mago no estaba ese día en el grupo para poner sus conjuros. Pelear en estas condiciones contra un diablo tan poderoso hace todo más complicado.
De cualquier manera, no hay enemigo que pueda con un grupo determinado a morir por la causa y un clérigo que bufee a instancias inimaginables.
Tal es así que luego de un intento infructuoso condicionado principalmente por la confianza que se tiene el grupo en sus tácticas, salieron corriendo de la torre a replantear su táctica.
Pero el guerrero elfo recién llegado al grupo no podía abandonar la torre, por lo que tuvo que esconderse.
Luego de bufearse de lo lindo el grupo enfrenta al diablo gélido y lo terminan matando.
Siguen investigando la torre y llegan a un subsuelo lleno de cosas que no terminan de entender para que sirven, claro, no está el mago que sabe de "cosas raras".
Para la siguiente sesión prometieron ir a un portal que los llevaría cerca de la enorme y violenta ciudad de Mulmaster. Y les conviene cumplir...
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