Bajo el Velo de la Sombra - Preludio II

Se acerca el momento del debut en la posada, los músicos van juntando sus instrumentos y propinas y el anciano semielfo sabe que es momento de contar una historia.

"Señoras y señores, déjenme contarles la fantástica historia de un héroe anónimo cuya vida influyó mucho en que el mundo como lo conocemos siga como está ahora mismo, aunque ustedes no hayan notado ni una de sus obras !"

"Nuestro héroe comienza su aventura en un barco mercante, viajando sin rumbo y con intenciones de conocer el mundo. Resulta que este barco naufraga en algún lugar de las costas del Mar de las Estrellas Fugaces y su cuerpo yace en una playa. Allí conoce a quién sería uno de sus compañeros inseparables de aventuras, un joven hechicero Llamado Drelian con un pseudo dragón como familiar."

"Drelian parecía estar en un estado de amnesia y desconocía como es que había llegado a esa playa, pero el destino los había puesto juntos. El mismo destino que quiso que luego de caminar a la deriva en busca de información de donde se encontraban hizo que lleguen a una pequeñísima aldea de adoradores de Selûne que ni figuraba en los registros cartográficos"

"En esta aldea hicieron amistad con los habitantes, con los cuales convivieron un día entero y se llenaron de sus costumbres. Pero era un pueblo que ocultaba la desaparición de uno de sus líderes en un viaje a la cercana ciudad de Westgate. Léregon, nuestro héroe, no dudó en ayudar a los miembros de su misma religión, Selûne, tal como lo dictan sus dogmas. El y Dralian se pusieron en marcha hacia Westgate para averiguar por el paradero de Tede, sacerdote de Selûne."

"El viaje los llevó a recorrer un camino por la costa del Mar de las Estrellas Fugaces, llegaron a Westgate y fueron al Templo de Ilmater, último lugar donde había sido visto Tede. En este templo solo dieron la dirección que supuestamente había tomado Dete cuando supuestamente regresaría a la aldea de Selune. El Clérigo del templo de Ilmater, Urmorf, presenta a uno de sus paladines a los aventureros para que los acompañe a buscar a Tede."

El anciano queda mirando a su público, como esperando algún aplauso o pregunta. El público nota que la historia ya estaba terminada, por lo que se enojan y exigen un final más emocionante.

"¿ Más emocionante ? Pero si esto recién comienza !!" Dijo el anciano.

"Mañana les contaré las aventuras que vivió este trío de aventureros cuando salieron a la búsqueda del Tede ! Paciencia !"

Así el viejo se retira a su habitación, deseando que su historia haya creado un mínimo de suspenso como para que a la noche siguiente viniera gente a escuchar la siguiente parte.