Se terminó Misterios del Mar de la Luna

Con Misterios del Mar de la Luna se cierra una etapa importante en mi vida, haber completado una campaña es para mi un logro que recién se cumple luego de 10 años de rolero y dungeon master.

No tengo la suficiente soberbia para decir que el mérito fué mío, pero tengo que reconocer que hice un esfuerzo sobre humano en lograrlo.
Pasó un año y medio con muchas sacudidas y complicaciones, con cambio de trabajo incluido y cosas más pesadas ajenas al rol y a este blog.

Hubiera querido un final de campaña en el que pudiera haber hecho sonar los acordes de Carl Orff de Carmina Burana O Fortuna, donde alguno de los PJs diera el último golpe mortal a su enemigo cuando todos sus compañeros yacieran liquidados en el suelo y si es posible con intervención divida y todo. Pero NO, se dio un final tranquilo, apagado y algo desalentador. Así se dieron las cosas y mejor que así sea.
Si hubiera logrado el final que me hubiera gustado estaría pecando de director railroader y traté de evitarlo siempre.
Estoy contento con el final porque no pudo ser de otra manera. Era casi la primera vez en 62 sesiones en que los PJs dejaban de lado el uso desmedido de fuerza en pos de buscar una solución menos sanguinaria y lo lograron.
Hubieran merecido un final en el que los PJs sean inmortalizados en monumentos que se alcen en una isla en el centro del Mar de la Luna, pero el monumento lo merecen los jugadores de carne y hueso con los que compartí las 62 sesiones de juego.

La mesa migró por todas partes: por los hogares de varios de los jugadores, convenciones de rol y hasta en la ciudad de Santa Fe.
Fueron alrededor de 310 horas de juego, lo que hacen casi 13 días consecutivos de juego.
En el camino quedaron PJs muertos sin resucitar, enemigos despedazados, riquezas esparcidas y muchas pero muchas viudas en la región de Zhay.

No puedo dejar de dar las gracias nuevamente a los jugadores, comenzando desde el lugar de mi derecha que ocupaban en la mesa: Sebastián, Juan Manuel, Leonardo, Noe, Luciano y Ramiro.

Lo logré, carajo !!! Terminé de dirigir mi primer campaña !!!